Él se sentía muy afortunado. Había aprendido lo suficiente de las letras como para poder leer; leía lentamente y con algunas dificultades, pero leía. La belleza de ella tuvo tal impacto en él, que quiso escribirle con palabras elevadas de poeta. Las cosas tan hermosas no podían decirse de ninguna otra forma. El poeta le regalaba metáforas y él se enamoraba a un tiempo de la bella Beatrice y de la poesía. Nunca había entendido de exigencias ni reclamaciones. El agua la tendrían cuando se la trajeran. De nada valía enfadarse ni protestar. Pero ante la poesía… “La poesía es de quien la necesita”, reclamaba. Y como un Christian tremendamente humilde, contaba sus amores con las palabras que le pedía al gran Cyrano para explicar cómo resplandecía la sonrisa de Beatrice. El mar, para él, era el endiablado terreno de trabajo de los hombres del pueblo; nunca quiso ser pescador como los demás. El mar era muy duro. El mar hubiera podido ser de mármol. De roca. No podía creer que el poeta hablara de magníficos paisajes mirando su mar. Pero le hacía hasta poemas. Le parecería bello como Beatrice, acaso… A él no le asombraba el mar pero sí los poemas del mar, se dejaba arrastrar tanto por ellos que él, que nunca había querido ser pescador, era marinero sorteando cada una de las olas de los versos. Y así fue cómo él, que leía lentamente y con dificultad, como surcando grandes océanos con un sencillo remo de bambú, se convirtió también en poeta. Sin saberlo, sin poder creerlo, inclinando la cabeza y con la sonrisa en los ojos, como cuando se recibe un halago inmerecido, llenó el aire de vaivenes porque así sentían sus vísceras cuando oía recitar al poeta. Fue entonces cuando lo supo y pudo enseñarlo: el mundo entero, cuanto conocemos y habremos de ver, todo es metáfora. Porque todo, todo, todo, porque el universo entero cabe en su vaivén para mecerse cuando él siente el mundo en forma de poesía.
.
.
14 comentarios:
Qué texto entrañable. Tu mano es entrañable. Cómo lloré viendo el final de El Cartero. Ese trabajador humilde que transporta palabras ajenas y se apropia de la poesía que le hace falta, hasta constituirse en un sujeto político. Cómo amé y amo a Massimo Troisi. Cómo me dolió que muriera justo después de haber filmado esto. Gracias por recordar su mirada transparente y limpia, a través de tus ojos que así son. Me robo las palabras de Susú, porque las necesito.
Aaaah, mi querida Mariel, tus adorables "robos" son regalos para todos nosotros. Roba de mí ese amor por la "mirada transparente y limpia" de Troisi, al menos cuando atraviesa los campos y los barrancos para entregar las cartas al poeta. Roba este instante de recuperación y reivindicación. Porque también las necesito y las he robado para ti también, que las necesitas de vez en cuando.
El arcano que marca realmente una muerte es la de El Mundo, porque corona una misión, porque es el símbolo de alcanzar lo que debía cumplirse antes de proseguir. Seguro que no es casual que Massimo Troisi se fuera justo después de culminar el cartero que todos llevamos dentro, que fuimos en otro momento, y que volveremos a ser ante poesías nuevas, que nos hagan navegar, remar o naufragar. Cuando alguien se va después de una gran "misión cumplida", siento una especie de agradecimiento sumiso. Hay mil cosas que se nos escapan, pero nos llegó el mensaje que debía dar antes de partir. Hay que degustarlo y repartirlo...
Robemos juntas la creación de su mirada, adorable Mariel. Gracias por tu complicidad perenne.
Me olvide que queria ver esa pelicula.Un texto maestro para una escena genial. Abrazos
Em va agradar molt aquesta peli. No recordava l'escena però forma part del diàleg d'intercanvi entre els dos personatges que em va encantar. La teva introducció la trobo magistral. I en un passat recent que he repassat de passada, fantàstica la versió de la Caputxeta vermella. Una abraçada. Xavi
Recordo aquesta pel·lícula, encantadora. Recomanable la versió original, la veu del carter li dona una naturalitat i una innocència del tot creïble. El contrast de la sensualitat de la cambrera i l'apocament del carter, sedueix. Fins a tres cops l'he vist, la recomanaria a tothom, als joves principalment, els que tenen una sensibilitat especial per enamorar-se de la vida i vulguin cantar-la. També per als idealistes que creguin lluitar per algun compromís social.
És donar valor transcendent d'humilitat al ésser humà.
M'ha agradat que em recordessis aquesta pel·lícula amb la teva entrada.
Kanela, me alegro de haber podido recordarte una tarea pendiente tan grata. Seguro que te gusta la película. Ya nos contarás...
Un abrazo.
Xavi, gracias por tu comentario. Me alegro de que te hayan gustado tanto la introducción para la escena de la película como la alteración-cara-dura de Caperucita. También a mí me encantó especialmente la primera parte de El cartero..., el intercambio y las aportaciones entre los dos personajes.
Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.
Imaginari, me alegro de haberte traído a la memoria una película que disfrutaste lo suficiente como para hablar de esta forma tan maravillosa de ella. Estoy totalmente de acuerdo que es mucho mejor (de hecho, es así siempre, desde mi punto de vista) la versión original, pero esta escena no la he encontrado en V.O., y había otras, pero ninguna subtitulada.
Yo también la encuentro muy recomendable, por su canto al amor, a la poesía y, como tú dices, a la importancia de la humildad, de la sencillez. Valores todos altamente reivindicables.
Gracias por tu fantástico comentario. Un abrazo.
Qu bonito, Susana, he podido entrar al menos a leer, el video ni soñarlo, pero al menos leer si. Y que bonito. Sabes que me ha recordado... lo que cuentas a veces de cierta niña que conoces bien que un dia, en un restaurante, a la hora de salir, despues del postre y los cafes y de pagar la cuenta, aprendio inesperadamente a leer. Y el mar se abrio ante ella y su madre lo supo. Tener la sensibilidad de saber eso significa que uno pasa por la vida sabiendo cuales son las cosas que realmente valen la pena. Es como el trazo de tiza amarilla en el pavimento, o los amores sencillos de los que hablaba Mariel en otro sitio. Como diria Meredith, esas cosas, querida, esas cosas son la vida...
una sobredosis de ternura, dos cientas cincuenta mil caricias, toneladas de sentir con tus palabras, tu hermosa manera de arañar la metáfora del mundo...
el libro lo compré en Roma y después vi la peli y tengo a ese cartero para siempre en la memoria. Un poeta con mayúsculas, como tú...
un beso
Ramon, desde luego, la vida, al menos la parte buena, son esas cosas pequeñas (trazo de tiza, amores sencillos, el mundo se abre grande cuando se aprende a leer...), y algunas cosas grandes, como tener amigos gigantes, más enormes que el mar con el que el cartero aprendió a hacer metáforas.
Ramon, qué bonito gesto que hayas abierto el Cajón desde la conexión remota de las montañas. Sé que es una hazaña complicada y costosa. Así que busco entre los trastos que guarda siempre el cajoncito una alfombra roja. Ha sido una hermosa sorpresa recibirte, amigo-mar. Un gran abrazo.
Roberto, fabuloso poeta clandestino, gracias por mirar el Cajón con esa generosidad, tan grande como tus poemas. "Arañar la metáfora del mundo", me encanta, podría ser el título de una entrada, o del blog entero. El cartero que llevamos dentro todos los que amamos las letras, transformado en gato para tratar de arrancarle alguna célula al mundo-poesía. Es, además, un gato vagabundo, y en su carro de postino lleva cientos de poemas tristes y un sueño de llegar a las estrellas... (te suena?).
Gracias por pasarte por aquí, Roberto, de verdad, y gracias por ese comentario tan encantador. No dejes de llevar en la memoria ese cartero mágico... Un abrazo
Bona pel·lícula, bon poeta. Reconec que m'agrada encara més Cyrano i la seva relació, no amb Roxana, sinò amb el pobre Rostand. En qualsevol cas molt bon feeling entre paraules i escena... Passa-t'ho bé!
Cyrano en relació amb Rostand? Vas més lluny, Liquem...
És un altre llenguatge, un altre moment, i en l'un hi ha una finalitat egoïsta (com la hi ha en tota relació amorosa) i en l'altre és més generosa, o tan generosa com pugui ser la del mestre amb l'alumne.
Les dues obres m'encanten i el "robatori" de la veu per a qui la necessita és entendridora en ambdós casos.
(No sé què hagués sigut dels meus amors si als setze anys no hagués disposat de la Canción desesperada... cartera de mi mateixa, per a un no-poeta mediocre, que com a bona adolescent vaig elevar a la lluna del Cyrano...).
Gràcies, Liquem, per la teva apreciació de bon feeling i, sobretot, pels teus bons desitjos. Faré el que pugui, si tu promets el mateix ;o)
Una abraçada.
Publicar un comentario