Mi silencio, que lo llene Martí i Pol

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Bien sé que somos poca cosa. Sé también que duramos poco y probablemente con ningún (o casi ningún) fin. Sé que hay unas leyes internas que alejan a algunas de las personas importantes que tiene este mundo, y deja a centenarios hijos de puta enturbiando sin descanso. Aun así, confieso, a veces esta locura de códigos que el corazón no integra me sume en un agujero negro, de esos densos, que engullen energías, que lloran por una, y borran de un brochazo alegrías, ilusiones e incluso distorsionan la atención. No existe apenas nada más allá de las despedidas. Si guardo silencio es porque cuanto digo, imagino o pienso está ahora mismo en el estadio de las pérdidas. Y me apagan el volumen, y me roban palabras, y nublan la visión.

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Y ahora, que medio vivo en un hospital, que veo unos ojos que se apagan, que intuyo el cansancio y la tristeza de esa mujer fundamental que, ademas, es mi madre, ya mayor, ahora, que a fuerza de andarme vaciando no tengo ya qué dar, me refugio en un poeta.


Martí i Pol me acompaña desde ese punto fronterizo que media entre la infancia y la adolescencia. Hace tiempo, ya sé, que no está de moda. Cuando se murió, apenas, un poco… Pero a mí, como los grandes amigos, me acompaña en los momentos más duros.

Hoy, en la despedida de otra Carmen demasiado joven para irse, estaba. Y recitó un poema de su Llibre d’absències, y dijo todo aquello que yo quisiera poder decir si tuviera voz.

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Parlem de tu, però no pas amb pena.
Senzillament parlem de tu, de com
ens vas deixar, del sofriment lentíssim
que va anar marfonent-se, de les teves
coses parlem, i també dels teus gustos,
del que estimaves i del que no estimaves,
del que feies i deies i senties;
de tu parlem, però no pas amb pena.
I a poc a poc esdevindràs tan nostre
que no caldrà ni que parlem de tu
per recordar-te; a poc a poc seràs
un gest, un mot, un gust, una mirada
que flueix sense dir-lo ni pensar-lo.

(la traducción diría más o menos -y, amigo poeta, disculpa el atrevimiento-)

Hablamos de ti, pero no con pena.
Sencillamente hablamos de ti, de cómo
nos dejaste, del sufrimiento lentísimo
que fue desgastándote, de tus cosas
hablamos, y también de tus gustos,
de lo que amabas y de lo que no amabas,
de lo que hacías y decías y sentías;
de ti hablamos, pero no con pena.
Y poco a poco devendrás tan nuestro
que no será necesario ni que hablemos de ti
para recordarte, poco a poco serás
un gesto, un vocablo, un sabor, una mirada
que fluye sin decirlo ni pensarlo.

Vaciarse, claro, como ahora, para llenarse los huecos, con recuerdos filtrándose en el tuétano de las ausencias y que ya son una aquí dentro.

Regreso a mi espacio solitario, donde ya no hacen falta simulaciones que puedan dar fuerza a nadie, si es que dan algo. Me derrumbo, anego la mirada que ya no mira desde hace rato, y busco mi viejo espacio de flotación. Ahí está, de nuevo, el poeta. Ahí están todos, mágicamente, como corcho para piedra, como paloma para mensaje. Un poema musicado (de Maria Mercè Marçal, también de ausencias) ha ganado el premio Miquel Martí i Pol. La galardonada, apenas puedo creerlo, Sílvia Pérez Cruz (de la que he hablado, no sé,
1, 2, 3, 4 y hasta 5 veces).

Así pues, pido dos favores. Uno, fundamental, disculpadme el silencio (tiempo, fuerzas y palabras, robadas a traición, inesperadamente, obligan). Dos, que os paseéis por la voz de Sílvia, por el premio de ese poeta tan mínimo que se me hace enorme, sobre todo cuando lo preciso, y flotéis, también en mi nombre. Esperadme. Pronto acudo…
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17 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Estoy sin palabras, Susana, así que busco un viejo poema que escribí en la agonía de mi padre.
Con todo mi cariño, te lo copio:


Se ahoga en la bruma de los días.
Destila las lágrimas más dulces.
Mira desde la calma
de quien sabe que no volverá a apresar las cosas.
Sólo el roce de las pupilas.
Sólo la soledad infinita del espectador.

Para sí musita:
“La Navidad sigue siendo hermosa,
pero tras los cristales”.

Kanela dijo...

Vaya, Susana, a mi tambien me has dejado sin palabras.Llevo dias desconectada con esto del puente y los regalos y todo ese rollo pero ahora me alegro de haber decidido pasarme a echar un vistazo a mi blog de cabecera.Espero que las cosas vayan lo mejor posible. Oye mucha musica, que a ti te gusta mucho y conoces musicas preciosas como la de hoy y procura no pensar gran cosa. Pues claro que te esperaremos y entre tanto te mandamos besos grandisimos.Pasara esta racha, recuerdalo guapa.

Ciberculturalia dijo...

Espero Susana que las cosas vayan mejorando y sobre todo que tú encuentres la energía que necesitas. La galardonada magnífica. Una voz preciosa.
Un abrazo

Eastriver dijo...

Susana, sense paraules, quin nus a la gola... T'estimo molt, estimada amiga.

Juan Navarro dijo...

Algunos días, hoy, sobran las palabras. Es el momento de un abrazo y el silencio. No te sueltes.

GloRia dijo...

Lo siento ...lo siento, lo siento.
Gloria.

brancalúa dijo...

"I a poc a poc esdevindràs tan nostre
que no caldrà ni que parlem de tu
per recordar-te; a poc a poc seràs
un gest, un mot, un gust, una mirada
que flueix sense dir-lo ni pensar-lo."

Un abrazo muy fuerte Susana.

mariajesusparadela dijo...

Te abrazo fuerte, Susana. Estoy contigo.
No, no te sueltes.

Felipe Medina dijo...

Querida Susana
Me he sentido muy triste con lo que cuentas.Saca fuerzas y muerde la tristeza.
Un beso

Bashevis dijo...

Un abrazo enorme

Stalker dijo...

Una abraçada molt forta, també sense paraulas...

tendressa

@SusVersiva dijo...

Tampoco yo tengo palabras para agradecer... visitas, abrazos, poemas, gestos...

Empaqueto la fuerza que me dan vuestros mensajes y la voy bebiendo a sorbos lentos, para que dure más... Un bien precioso teneros ahí. Gracias. Gracias a todos...

(Aún muda, sí, pero si me viérais ahora... habla esta sonrisa agradecida).

Un abrazo.

Jordi Pascual Morant dijo...

Susana, si no tinguéssim la música tot seria més difícil. Aquesta creació musical l'he trobat exquisida. Com unes notes tan senzilles poden abastar tants sentiments.

Vindran millors moments, te'ls mereixes.

una abraçada molt afectuosa.

Jorge1270 dijo...

Susana, también pienso que en estos momentos tan difíciles de digerir de los seres humanos, sobran las palabras y son pocos todos los abrazos que podamos darte.
Otro abrazo muy fuerte mío.

PÁJARO DE CHINA dijo...

Te abrazo muy, muy fuerte. Y te acaricio el pelo y te canto bajito al oído.

Luis González dijo...

Siento - presiento y consiento - sombras negras que me siguen. Paso de ellas. Algunas, menos, pocas, sombras luminosas también me hacen compañía. Son chiquitas. La sombra chiquita de mi abuela Vitorina me canta canciones como cuando era un niño y nos vestíamos en la cama (el frío en la Meseta Norte, ya sabes). Después mi abuela, chiquita ella, se fue consumiendo en lo que parecía verse y, finalmente, sólo quedó de ella su sombra lumninosa. No todo el mundo tiene poder para crear sombras luminosas que te canten en las mañanas frías. En todo caso, amiga Susana, puedo enviarte el canto de mi abuela para que, si es menester, te ayude a vestirte dentro de la cama si el frío arrecia. La sombras luminosas pueden regalarse si se siente algo que creemos puede ser innombrable en su ternura (triste o alegre). Sólo para ti. Una abrazo. Un beso bicéfalo.

Anónimo dijo...

Sé de lo que hablas.
Te esperamos, claro que sí.
Y besamos a tu mamita en la frente gracias a tu blog.

Como dice el poeta argentino Juan Gelman "ni irse, ni quedarse: resistir".

Vamos, querida, Susana!