Lecturas de la Hemeroteca de La Vanguardia

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Un día de éstos, un buen amigo me recomienda la fascinante Hemeroteca de La Vanguardia, que guarda entre sus fauces pedazos diarios de la historia (la que pasará a los libros y la que no) desde 1881 y hasta la actualidad.

Sumergirse en ella es como colarse en la vida de nuestros bisabuelos primero y de nuestros abuelos después, descubrir qué cosas les preocupaban, cómo eran sus vidas, cómo la publicidad o qué les ofrecían los teatros de la época. Uno puede seguir hasta los gustos estéticos de las diferentes épocas observando la evolución de las portadas…

En un primer acercamiento me sorprendieron, casi con ternura, algunas de las noticias de las que se hacían eco. Como ésta:

Un prestidigitador que no se ha anunciado en ningún cartel ni ha trabajado en teatro
alguno, ha escamoteado en la calle de la Flor Baja (Madrid) un coche y su correspondiente caballo, dejando al cochero con un palmo de narices.
¡Cómo progresa el arte en estos tiempos de irregularidades y distracciones!
El robo, sin embargo, no fue completo. !
Faltó escamotear el cochero.

O como la que cuenta que un niño de cinco años, del que se certifica la muerte e incluso los primeros síntomas de descomposición, estaba en realidad vivo; pero acabó muriendo de la pulmonía como consecuencia de tener el supuesto cadáver a la intemperie porque llovía demasiado para que los enterradores hicieran su trabajo.

Otras de las noticias hablan de incidentes varios, como la de aquel trabajador de la construcción a quien se le cayó una piedra sobre el pie derecho (sic.) y hubo de ser atendido en un centro asistencial.

Un tiempo después, se le puede tomar el pulso al mundo intelectual del momento, que toma partido sin ambages por el ‘pueblo’ frente a los que quieren derogar la república española. En este sentido, me ha parecido definitivo el número del día 25 de octubre de 1936, donde se recoge la proclama que hace en varios idiomas la que se denomina Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, y que dice que «Los escritores del mundo entero, reunido para la defensa, de la Cultura, saludan al pueblo español en la avanguardia de la lucha antifascista, al pueblo español que, en su lucha heroica interpreta las fuerzas del progreso de toda la Humanidad.»


En el mismo número encontramos esta otra noticia:

Con fecha 20 del corriente, «L'Oeuvre», de
París, publica un enérgico telegrama de protesta
que dirige al ex general Cabanellas, con
motivo del fusilamiento de García Lorca, la
intelectualidad argentina:
«El joven poeta Federico García Lorca acaba
de ser asesinado en Andalucía por hombres que
están bajo vuestras órdenes.
(…)
Este asesinato ha manchado las armas de
vuestros secuaces. Protestamos en nombre de
la cultura y de la civilización.»
Lo firman, entre otros, Aníbal Ponce, José
Portogalo y Francisco Jorge.


En otros números también sorprende cómo se vive el fenómeno literario, asociado siempre a la forma de vivir y de explicar el mundo. Así, sólo referido al poeta granadino, encontramos interesantísimas referencias:


- 17 diciembre 1932, página 7. Se recoge la noticia de la lectura de “Poeta en New-York” por parte del propio poeta. Encontramos este tratamiento de la noticia:

La arquitectura extrahumana, el ritmo furioso,
la lucha de los rascacielos con el espacio, las
aristas que cortan los cabellos a la lluvia,
son descritas—a su vez con ritmo, con altura,
con vida—de modo prodigioso, por el
poeta... Que de lo externo y espectacular se
adentra en lo íntimo y profundo al hablar de
los negros, «lo más delicado y espiritual de
aquel mundo—dice—porque ellos creen, esperan,
sonríen»;
(…)
Y, en seguida, viene la visión de Wall
Street, el barrio financiero a donde llega el
oro de todas partes y con él la muerte, donde
puede observarse «la más impresionante ausencia
total del espíritu» y el terrible espectáculo
sin grandeza del último «crak» financiero
es evocado también, en toda su imponente
aridez repugnante...



En el diario del 22 de septiembre de 1936, y dentro del apartado que lleva el título de “Folletones literarios de ‘La Vanguardia’”, M. Luz Morales nos recuerda cómo Lorca era el poeta del pueblo. Dice que un poeta popular…

No se hace; nace. Pues que llegar al
pueblo, no es mentir al pueblo, ni halagar
al pueblo. Como llegar al niño no es imitar
el balbuceo de su torpe medialengua. Es, por
el contrario, hallar el punto coincidente de
sencillez, de pureza, de sinceridad, de intuición
genial. Nada menos que el genio es
preciso para captar, para expresar, en arte,
esencias genuinamente populares.

Habla asimismo de su generosidad literaria, de cómo su poesía jamás se deshumanizó, como otras de su misma escuela, a pesar de ser igualmente moderna. “La minoría, que sigue a las nuevas escuelas poéticas, es cada vez más minoría. La torre de marfil en que los
poetas se encierran es cada vez más alta, más impenetrable.”

Ni la alta poesía de Juan
Ramón, ni la lírica cerebral de Salinas, ni
la poesía social de Alberti hallarán nunca
su eco en el taller ni en la calle. Exquisita
lírica, pero lírica deshumanizada, jamás repetirán
sus estrofas, sus versos, sus imágenes,
las mozas enamoradas de hoy, las viejecitas
nostálgicas de mañana, los marineros
en sus soledades azules, los gitanos bajo
el sol del camino, los carpinteros y los forjadores
sobre su sinfonía monótona, las costureritas
sobre sus puntadas unánimes.”

La importancia de Lorca reside en que “A este mozo, que pertenece
a las más modernas escuelas, que no hace
concesiones de facilidad ni de campechanía,
que permanece en su altura de poeta puro,
de poeta auténtico, el pueblo en seguida le
conoce, le señala y le sigue, y hace, de él, el
único poeta popular de las nuevas generaciones.”



En la edición del 1 de mayo de 1938, dice Enrique Díez-Canedo:

Tantas cosas tenemos ausentes, en espera
del día que nos consienta de nuevo hallarlas,
después de la victoria, o echarlas definitivamente
de menos, si entraron en el precio
de ella, amasado con sangre y dolor, que
la falta entre nosotros de Federico García
Lorca nos parece, hoy por hoy, nuevo azar
transitorio. Tanta era su vitalidad, que la
creemos capaz de resurgir, aunque la reflexión
intente darnos un convencimiento irremediable.
Caído en la contienda, no ya como
luchador, sino como víctima pura, sacrificado
al fanatismo y al odio, no llegamos a
persuadirnos dé que para siempre se fue; y ••
contribuye a mantenemos en tal persuasión
!a presencia de su obra, hoy mas viva que
nunca.

(…)
Puede borrarse el existir, y la guerra se
encarga ahora de probarlo con toda prodigalidad;
lo qu§ no puede borrarse es el haber
existido, ni el seguir existiendo cuando
se deja detrás algo que perdure.

El autor del artículo, recoge las palabras de un jovencísimo Dámaso Alonso:

«El arte de García Lorca es función hispánica en
absoluto: lo mismo en lo profundo que en lo
extenso. Sería cómodo, pero inexacto, llamar a este arte “portentoso”. García Lorca
es, dentro de la literatura española, un
nombre esperable, necesario, «tenía que ser».

(…)
Hacia nuestros
días se concentraron, pues, de nuevo las
esencias hispánicas, se condensó toda núestra
dispersa tradición, las sales de nuestro
ingenio, las vayas y zumbas de nuestros
campesinos, los dejos y quiebros de nuestras
tonadas; todos estos elementos se cernieron
y. densificaron hasta "el último límite; y
surgió de este modo el arto de García Lorca.
Surgió porque* sí, porque tenía que ser, tenía
que cumplirse la ley de nuestro destino: España
se había expresado una vez más.»


Me han sorprendido mil cosas de estas lecturas al azar. El espacio que se dedicaba a lo literario, el nivel de las colaboraciones, pero también las posturas inequívocas del mundo intelectual, frente a la indecisión gubernamental de Francia o Inglaterra (de la que se quejan en artículos de estas mismas fechas, diciendo que miran hacia otro lado, mientras que “los países facciosos” –Alemania, Italia y Portugal− están participando de las agresiones al pueblo español).

Me ha hecho mucha gracia leer que los alcaldes de Barcelona y la población vecina de Sant Martí de Provençals (lo que ahora ocupan, entre otros, el barrio del Guinardó) se ponían de acuerdo para hacer un gran hospital a las afueras de Barcelona, en un espacio que, por su ubicación, había de ser la ideal por salubridad. Se refieren, por supuesto, al futuro Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

En mil cosas, claro, se puede sentir el antecedente de nuestra situación actual. Pero en tantas otras, la sensación es de que hemos perdido por el camino algunas cosas. La claridad espontánea del mundo intelectual, el entusiasmo con que se habla de lo literario y, especialmente, ese espacio, hoy impensable, que se dedica a la poesía. La atención por las cosas pequeñas, por los incidentes o las preocupaciones de los vecinos…

Os recomiendo que, cuando tengáis tiempo, algún día le echéis un vistazo.
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6 comentarios:

guille dijo...

es la conjura de los necios.

se buscaba y se enaltecia la excelencia. se publicaba a quien la alcanzaba: poetas, escritores, sabios.

luego llego la estandarizacion, todos tienen que tener sitio. y se concedio el espacio a "los famosos" que lo son por salir en la tele, casi siempre sin ningun merito.

se busca y se enaltece la mediocridad, la voz que falsamente llaman "popular". pero no debemos engañarnos, es lo que una gran mayoria desea. encienden la tele y esta hablando benjamin prado o muñoz molina o elvira lindo o almenabar o coixet y cambian de canal para ver a "su" ana rosa o la variante que prefieren.

aunque nunca deberiamos olvidar que en los tiempos de los que hablas, los desfavorecidos tenian que ir a comprar hielo (y no imaginaban tus problemas con la nevera y las aceitunas). hemos progresado en tecnologia, hemos empobrecido en objetivos; ahora bastante gente no busca ser excelente busca dinero.

pero quedamos bastantes irreductibles que todavia pensamos que lo importante son las personas, que las cosas sencillas de la "cotidianeidad" son las que tienen verdadero valor. que hay jovenes valiosisimos con ideales y fuerza, no homogeneizados.
todavia hay individuos que son capaces de pensar con cabeza propia y hablar con pensamientos originales (no por nuevos -que tambien- sino de cosecha propia).

esto es lo que suele pasar cuando se lee el pasado, se compara con el sitio a que se ha llegado y se observa lo que se quedo en el camino.
pero te dire "que me dejen donde estoy". creo que somos muy afortunados habiendonos tocado vivir nuestro tiempo en la tierra a caballo entre el siglo XX y el XXI, en europa occidental.

imaginari dijo...

I no et sembla que no hem canviat tant? La meva opinió respecte a la cultura actual (del primer món) és que la oferta que tenim és immensa, podem escollir tant com vulguem, però també ens pot atabalar tanta diversitat. Quan llegeixo la teva entrada m'adono que la història es repeteix, perquè l'ésser humà no canvia en lo més profund. La consciència humana no crec que s'hagi perdut, ni tan sols a variat, una mostra son els blocs que hi han a la xarxa i el teu és un bon exemple. També hi han periodistes que denuncien les injustícies, autors que escriuen magistralment i estimulen corrents literàries, ahir parlàveu de Cortázar i la gran literatura llatinoamericana, no fa tant de temps, en sou hereus. Tampoc ha canviat l'ambició, ni la estupidesa, ni la corrupció humana. i màrtirs també seguim tenint. Ni som pitjors ni millors, tot i que s'ha de dir que el llistó cultural en certs moments de la història alguns individus l'ha posat molt alt.
Jo, que no confio gaire en la premsa, he de reconèixer que hi han articles d'opinió excel·lents, com al teu diari preferit.
La república va ser un intent de modernitzar un país, però la inexperiència dels governants i el poder econòmic conservador van fer estrangular el crit de llibertat que molts havien aconseguit.

M'agrada la varietat d'informació que ens ofereixes, la invitació a reflexionar.

Tenint en compte que l'aventura humana no deixar de ser un experiment, la possibilitat d'esclatar en el laboratori no la descarto.

Molt interessant la teva entrada.

Eastriver dijo...

Susana, qué deliciosa la rayuela has montado con tus búsquedas. No sólo esos textos sobre Federico, tambén esas noticias que uno lee sin saber si sonreir o no hacerlo (pobre niño, pobre obrero, pobre pie...). La verdadera gracia de esta hemeroteca (te recomiendo mucho la del pais, sin embargo, al no ser centenaria... ) no es tanto la hemeroteca en sí. Uno no va a ponerse a leer número a número. La gracia es lo que uno busca. (Si lo sabía el gran Borges, en el fondo se pasó la vida soñando con esto) ¿Cómo se te ocurrió buscar sobre el Hospital de San Pablo? Nunca se me hubiera ocurrido y sin embargo, tiene tanta gracia... Sí, el Guinardó era martinenc, nosotros somos por tanto martinencs. ¿Sabes que Sant Martí llegaba hasta la Sagrada Familia? Qué listo nuestro alcalde cuando ponderaba el buen clima de nuestro pueblo particular. Deberemos reivindicarlo (¿en tu blog? ¿en el mío?).
Susana, qué buen rato leyendo tus búsquedas, qué buen rato también por traernos a Federico. En fin, qué buen rato siempre con el Cajón. (Me encanta que sea tan variado, uno nunca sabe lo que va a encontrarse... abres el cajón y miras...) Besos de dos de septiembre, insomnes también. Y lo que queda... Patirem!

PÁJARO DE CHINA dijo...

Insomnio también y lectura de tus lecturas y descubrimiento de tus descubrimientos. Nuevamente. Ya lo había hecho ayer pero no se agota.

De Lorca a los viejos diarios, un viaje que estremece. Tierno y doloroso. Desata preguntas y no se encuentran respuestas que las tranquilicen. Pero eso es bueno. Para seguir buscando.

La palabra nunca es inocente pero es posible que haya sofisticado sus mecanismos de envilecimiento. Y además la imagen pugna por sepultarla (lo que no estaría demás, a veces).

Nos convencen de que existe un mundo determinado, utilizando determinado lenguaje y desterrando otros al olvido. El lenguaje es en realidad un campo de batalla, como el cuerpo.

Benjamin decía que detrás de cada documento de cultura hay un documento de barbarie. Como si detrás de cada palabra pública vencedora, hubiera una privada supuestamente condenada a la derrota.

Sabemos, sentimos que es así. Por eso abrimos cajones donde, como en éste, se pronuncian las palabras que algunos creen vencidas. Se gritan, una y otra vez, empuñando con perseverancia el alfabeto.

Que es como decir: se resiste.

Un abrazo muy fuerte y besos agradecidos, Susú.

Morgana dijo...

Gracias por descubrirme este pequeño gran tesoro... no sabía de su existencia, y es un placer el poder encontrar algo así...
Prometo volver a ir leyendo tu blog, me ha parecido de lo más interesante.
Saludos

Liquem Nuc dijo...

A tito Buko le cae mal el poeta en Nueva York... ¿se lo perdonamos y brindamos?

Cheers